2. Elementos de la planeación
estratégica
Es el motivo por el que existe
dicha empresa, su razón de ser. Indica la actividad que realiza la
empresa. Suele plasmarse en una declaración escrita (una frase o un
párrafo) que refleja la razón de ser de la empresa.
Es también la respuesta que la empresa da cuando se pregunta:
¿Quiénes somos? y ¿Qué hacemos? Debe diferencia la empresa de
la competencia y mostrar su valor y su hacer único en el mercado. Puede incluir
una descripción de producto/servicios, mercados, cultura empresarial y metas
financieras de la compañía.
Es el
objetivo al que la propia empresa espera llegar en un futuro. Se trata de la
expectativa ideal de lo que quiere lograr, indicando a dónde se dirige y cómo
desea ser en el largo plazo.
La visión de una empresa es la que debe contestar a estas preguntas, por tanto, refleja la imagen mental de la trayectoria de la empresa en su funcionamiento, hace referencia a lo que será o debería ser en el futuro, y establece los criterios que la organización ha de utilizar para fijar el camino a seguir.
La visión de una empresa es la que debe contestar a estas preguntas, por tanto, refleja la imagen mental de la trayectoria de la empresa en su funcionamiento, hace referencia a lo que será o debería ser en el futuro, y establece los criterios que la organización ha de utilizar para fijar el camino a seguir.
Su definición debe ser uno de los
papeles centrales del líder, y del equipo ejecutivo. La visión debe ser una
referencia para todas las actuaciones de los individuos (empleados), de forma
que, ante las diversas alternativas que se les pudiera plantear sobre como
realizar las tareas, todos los integrantes deberían optar por aquellas que más
se ajusten a la definición de la empresa.
Creencias y valores
Podemos definir la cultura empresarial como el conjunto de formas
de pensar, de sentir y de actuar que son compartidas por los miembros que
componen la organización. La cultura empresarial ha de ser acorde a los
cambios acontecidos en el seno de una organización.
El problema reside en que si la
organización debe asumir cambios de una forma flexible, es decir, ha de adoptar
una morfología viva que se adapte a los cambios del entorno, nos encontramos
con que los valores culturales compartidos por los miembros de la organización
se caracterizan por la estabilidad y arraigo en las mentes individuales de los
trabajadores.
Por esta razón, el desarrollo constante de una cultura que permita la adaptación al presente y la asunción de los cambios acaecidos en la organización, se convierte en un instrumento de actuación imprescindible en la empresa, a fin de promover los cambios e introducir nuevas ideas o métodos a la gestión empresarial. Es necesario preparar las mentalidades individuales y estructurar las organizaciones con el fin de que dispongan de la capacidad suficiente para captar a alta velocidad los nuevos valores que han de conformar la cultura empresarial y el rechazo de aquellos que ya no son válidos para dotar de movilidad a la organización.
Por esta razón, el desarrollo constante de una cultura que permita la adaptación al presente y la asunción de los cambios acaecidos en la organización, se convierte en un instrumento de actuación imprescindible en la empresa, a fin de promover los cambios e introducir nuevas ideas o métodos a la gestión empresarial. Es necesario preparar las mentalidades individuales y estructurar las organizaciones con el fin de que dispongan de la capacidad suficiente para captar a alta velocidad los nuevos valores que han de conformar la cultura empresarial y el rechazo de aquellos que ya no son válidos para dotar de movilidad a la organización.
Los valores de una
empresa son cualidades, principios o creencias que una empresa posee y que
guían u orientan las decisiones, acciones y conductas de sus miembros.
Establecer los valores de
una empresa nos permite guiar u orientar las decisiones, acciones y conductas
de los trabajadores en función de éstos y así, por ejemplo, hacerles saber qué
deben priorizar al momento de tomar una decisión, crear un producto o tratar
con un cliente.
Los valores suelen
enlistarse junto a la declaración de la misión de la
empresa, e incluso dentro de ésta, aunque también
es común encontrar empresas que enlistan sus valores de manera independiente en
una declaración de valores.
Algunos lugares en donde
las empresas suelen publicar la declaración de sus valores son los murales
ubicados dentro de sus instalaciones, sus reportes o documentos internos, sus
planes de negocios, su página web, y su material publicitario tal como folletos
y tarjetas.
Los valores de una
empresa suelen corresponder a los valores del dueño o los dueños de ésta, por
lo que para definir los valores de nuestra empresa podríamos empezar por
identificar los valores que tengamos y que nos gustaría que también tuviera
nuestra empresa.
Para identificar nuestros
valores, podríamos hacernos las siguientes preguntas:
- ¿qué
principios, creencias o filosofía sostienen nuestras decisiones o acciones
diarias?
- ¿qué
cualidades son las que más admiramos en otras personas?
- ¿qué
motivaciones elevadas hay detrás de nuestra misión o propósito en la vida?
- ¿qué
es lo que más valoramos al momento de tratar a nuestros a trabajadores o
atender a nuestros clientes?
Metas
En
palabras simples, las metas dirigen las acciones y le proporcionan un objetivo.
Adicionalmente, sirven para medir el éxito de su empresa. De acuerdo con esto,
la manera de enfocar el establecimiento de metas será determinante para lograr
las metas propuestas por cada empresario.
Muchos
concuerdan en que las metas son importantes, sin embargo pocas personas
escriben sus metas o tienen planes de acción que les permitan conseguirlas. Por
esto, recuerde que establecer metas es cada vez más fácil, ya que cuando haya
establecido metas y las haya logrado, se sentirá impulsado a establecer aún
más.
Existen
una serie de sugerencias y consejos que aparecen a continuación, que le
ayudarán a establecer sus metas.
Establezca
metas a corto y a largo plazo. Una buena forma de comenzar, es establecer metas
mensuales, trimestrales, anuales y hasta metas a 3 años o a 5 años. Una buena
forma de generar metas a corto plazo es tener en cuenta las metas a largo
plazo. Por ejemplo, ¿Desea ganar alguna cantidad determinada o desea tener un
número determinado de clientes antes de un momento en particular? En caso de
que este proceso le cueste o no consiga fijar de manera clara e inmediata las
metas, tómese unos minutos y piense sobre la meta profesional que desearía
lograr.
Objetivo
Son resultados,
situaciones o estados que una empresa pretende alcanzar o a los que pretende
llegar, en un periodo de tiempo y a través del uso de los recursos con los que dispone o planea disponer.
Establecer objetivos es esencial
para el éxito de una empresa pues éstos establecen un curso a seguir y sirven
como fuente de motivación para los miembros de la misma.
Pero además de ello, otras
ventajas de establecer objetivos para una empresa son:
·
permiten
enfocar esfuerzos hacia una misma dirección.
·
sirven
de guía para la formulación de estrategias.
·
sirven
de guía para la asignación de recursos.
·
sirven
de base para la realización de tareas o actividades.
·
permiten
evaluar resultados al comparar los resultados obtenidos con los objetivos
propuestos y, de ese modo, medir la eficacia o productividad de la empresa, de
cada área, de cada grupo o de cada trabajador.
·
generan
coordinación, organización y control.
·
generan
participación, compromiso y motivación y, al alcanzarlos, generan satisfacción.
·
revelan
prioridades.
·
producen
sinergia.
·
disminuyen
la incertidumbre.
Características de los objetivos
Para que los objetivos de una
empresa permitan obtener los beneficios descritos anteriormente, deben contar
con las siguientes características:
Medibles
Deben ser mensurables, es decir,
ser cuantitativos y estar ligados a un límite de tiempo. Por ejemplo, a
diferencia del objetivo «aumentar las ventas», un objetivo medible sería
«aumentar las ventas en un 20% para el próximo mes». Sin embargo, es posible
utilizar objetivos generales como el de «aumentar las ventas», pero siempre y
cuando éstos estén acompañados de objetivos medibles que en conjunto permitan
alcanzar los generales.
Claros
Deben tener una definición
clara, entendible y precisa. No deben prestarse a confusiones ni dejar
demasiados márgenes de interpretación.
Alcanzables
Deben ser factibles. Deben estar
dentro de las posibilidades de la empresa, teniendo en cuenta la capacidad y
los recursos (humanos, financieros, tecnológicos, etc.) con los que cuenta, así
como la disponibilidad del tiempo necesario para cumplirlos.
Desafiantes
Deben ser retadores (aunque
realistas). No deben ser algo que de todas maneras sucederá, sino algo que
signifique un desafío o un reto. Objetivos poco ambiciosos no son de mucha
utilidad ni proporcionan mayor motivación, aunque objetivos fáciles al
principio pueden servir de estímulo para no abandonar el camino apenas éste se
haya iniciado.
Realistas
Deben ser realistas y
razonables. Deben tener en cuenta las condiciones y circunstancias del entorno
en donde se pretenden cumplir, así como la capacidad y los recursos de la
empresa. Por ejemplo, a diferencia del objetivo «aumentar de 10 a 1000 empleados
en un mes», un objetivo realista sería «aumentar de 10 a 20 empleados en un
mes».
Coherentes
Deben estar alineados y ser
coherentes con otros objetivos y con la visión, la misión, las políticas, la
cultura y los valores de la empresa.
Tipos de objetivos
Existen diferentes tipos de
objetivos en una empresa, los cuales pueden ser clasificados de acuerdo a su
naturaleza, jerarquía y alcance de tiempo.
De acuerdo a su naturaleza, los
objetivos se clasifican en:
a. Objetivos generales
También conocidos como objetivos
genéricos, son objetivos basados en expresiones generales o genéricas. Algunos
ejemplos de objetivos generales o genéricos son:
ser la empresa líder del
mercado.
·
incrementar
las ventas.
·
aumentar
los ingresos.
·
generar
mayores utilidades.
·
obtener
una mayor rentabilidad.
·
lograr
una mayor participación en el mercado.
·
ser
una marca líder en el mercado.
·
ser
una marca reconocida en el mercado.
·
aumentar
el número de vendedores.
·
aumentar
el número de activos.
·
crecer.
·
sobrevivir.
b. Objetivos específicos
Son objetivos concretos
expresados en términos de cantidad y tiempo. Los objetivos específicos son
necesarios para alcanzar los objetivos generales.
a. Objetivos estratégicos
También conocidos como objetivos
organizacionales, son objetivos que consideran a la empresa como un todo y que
sirven para definir el rumbo de ésta. Son formulados por los dueños o los altos
directivos de la empresa. Normalmente son generales y de largo plazo. Cada
objetivo estratégico requiere una serie de objetivos tácticos.
b. Objetivos tácticos
También conocidos como objetivos
departamentales, son objetivos que se dan a nivel de áreas o departamentos. Son
formulados por los directivos o los gerentes de la empresa. Normalmente son de
mediano plazo. Se establecen en función de los objetivos estratégicos. Cada
objetivo táctico requiere una serie de objetivos operacionales.
c. Objetivos operacionales
Son objetivos que se dan a nivel
de operaciones. Comprenden las tareas o actividades de cada área. Son
formulados por los gerentes de áreas o los administradores. Normalmente son
específicos y de corto plazo. Se establecen en función de los objetivos
tácticos.
De acuerdo a su alcance de
tiempo, los objetivos se clasifican en:
a. Objetivos de largo plazo
Se formulan generalmente para un
periodo de cinco años y tres como mínimo.
b. Objetivos de mediano plazo
Se formulan generalmente para un
periodo de uno a tres años.
c. Objetivos de corto plazo
Se formulan generalmente para un
plazo no mayor de un año.
Comentarios
Publicar un comentario